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Tres indicadores que nos señalan que las acciones pueden estar listas para una ruptura

Tan solo llevamos un par de semanas de 2023 pero ya estamos viendo que este año tiene pinta de ser muy interesante. Si no os habéis fijado, el S&P 500 nos está dejando muchas pistas a nivel técnico. No importa si no sois Sherlock Holmes y no las habéis visto; nosotros os traemos tres pistas que nos indican del potencial repunte que podemos presenciar en la inversión en acciones.

1. Directriz bajista actuando de resistencia.

Muchas veces los traders se obsesionan con analizar las gráficas mediante miles de indicadores técnicos. Pero hay veces que es tan fácil como tirar de directrices para poder ver con claridad y predecir los siguientes movimientos. Precisamente eso es lo que hemos hecho, puesto que el S&P 500 se está chocando repetidas veces con la directriz de la tendencia principal que nos ha acompañado todo el año pasado. Para nuestra fortuna, el reciente repunte de la demanda está elevando los precios a un nivel que está actuando como una resistencia muy dura. El acercamiento a este nivel eleva la presión de venta, pero lo que ocurra durante la próxima semana podría determinar el próximo movimiento importante del S&P 500.  

La directriz bajista está actuando como una resistencia fuerte. Fuente: Tradingview. 

Las directrices nos permiten analizar los precios de los activos a corto y largo plazo. Estas se definen uniendo al menos dos puntos en un gráfico y suele ampliarse para poder ver las posibles resistencias (o soportes) que se puede encontrar el precio en un futuro.  La directriz bajista (en amarillo) parte del máximo de enero de 2022 y conecta con los máximos más bajos de marzo y diciembre, extendiéndose hasta justo por encima del nivel de cierre más reciente de 3.990, en torno a 4.015. Esto nos indica algo importante: si el S&P 500 consigue romper un poco al alza y cerrar por encima de esta resistencia de la línea de tendencia, ese movimiento podría actuar como desencadenante de un impulso alcista. Esto se debe a que muchos inversores cuantitativos verán esa ruptura como una importante señal de compra.

2. Tanteando las medias móviles.

Tampoco nos podemos olvidar de observar las medias móviles a la hora de analizar gráficas. Pueden servir para señalar un soporte (un suelo) o una resistencia (un techo) para un activo porque muchos inversores utilizan estos niveles para determinar cuándo comprar y cuándo vender. Si observamos ahora el S&P 500, podemos ver que actualmente cotiza en 3.928, ligeramente por encima de su media móvil de 50 días (línea amarilla), situada en los 3.902.

Cotización del S&P 500 respecto a las medias móviles de 50 períodos (línea amarilla) y de 200 períodos (línea granate). Fuente: Tradingview. 

En diciembre se produjo una situación similar en dos ocasiones: el índice consiguió subir por encima de su media móvil de 200 días (3.990), pero luego no pudo superar la resistencia de la línea de tendencia. Como muchos chartistas dicen, una sola media móvil no es tan útil por sí sola: se necesitan al menos dos para ayudar a crear un «cruce». Un cruce se produce cuando una media móvil más rápida (es decir, la que cubre un periodo más corto) se cruza con otra más lenta. En el gráfico anterior, la media móvil de 50 días del índice se sitúa en torno a 3.902, por debajo de la media móvil de 200 días. Por tanto, deberíamos esperar un cruce de medias para tener una señal de compra fiable (más conocido como “cruce de oro”).

3. Niveles de confianza.   

Semanalmente, la de la Asociación Americana de Inversores Individuales (encuesta AAII) publica en su página encuestas sobre la confianza de los inversores en el mercado. Y es un valioso indicador contrario. Las rentabilidades del mercado por encima de la media han seguido a menudo a niveles de optimismo inusualmente bajos, mientras que las rentabilidades del mercado por debajo de la media han seguido a menudo a niveles de optimismo inusualmente altos.

Resultados de las encuestas del sentimiento de mercado de la AAII. Fuente: AAII.

Tal y como podemos ver, la encuesta nos muestra que el sentimiento se ha movido hacia territorio neutral. El pesimismo (es decir, la tendencia bajista) entre los inversores particulares sobre la dirección a corto plazo del mercado bursátil cayó la semana pasada a su nivel más bajo en 10 semanas. El sentimiento neutral también retrocedió, mientras que el optimismo (alcista) ha repuntado. Las expectativas de que los precios de las acciones suban en los próximos seis meses aumentaron hasta el 24%, frente al 20,5% de la semana anterior. 

Resultados sobre el sentimiento de mercado de la AAII, a lo largo del tiempo. Fuente: AAII.

Pero no cantemos victoria con ese nivel de optimismo. Ha estado por debajo de su media histórica del 37,5% durante 54 semanas consecutivas y se ha mantenido en niveles inusualmente bajos durante siete semanas consecutivas. Así pues, aunque el sentimiento ha mejorado, el optimismo sigue siendo moderado tanto entre los inversores particulares como entre los profesionales. Eso, al menos, significa que si se produce una ruptura al alza, hay margen para que el sentimiento mejore y dé más impulso a este rally.

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