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Qué es el análisis de la competencia y cómo hacer uno

Cuando tienes un negocio, lo normal es que estés pendiente de la competencia. Sin embargo, aunque esto es algo que se hace siempre antes de montar la empresa, de vez en cuando viene bien realizar un análisis de la competencia.

Pero, ¿sabes cómo hacer uno? ¿En qué te tienes que fijar? ¿Y la importancia que tiene? De todo eso es de lo que te vamos a hablar a continuación.

Qué es un análisis de la competencia

Si estás empezando ahora con tu emprendimiento y a ver el sector en el que vas a operar, uno de los pasos que tienes que revisar a conciencia es tu competencia. Y para ello lo mejor es realizar un análisis de la competencia. Pero, ¿qué es?

Se trata de una herramienta que sirve para analizar las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas que tienen estas empresas. O lo que es lo mismo, un análisis DAFO en toda regla.

Por supuesto, a nivel de competencias no se puede realizar a fondo, porque no tenemos todos los datos que necesitamos, pero sí nos permite hacernos una idea para saber qué hacen los demás, en qué fallas y qué podrías mejorar tú.

Vamos a ponerte un ejemplo para que te sea más fácil entenderlo. Imagina que tienes en mente un eCommerce de zapatillas de deporte. Competidores tendrás muchos así que eliges a los que ahora están mejor posicionados. El primer paso es conocer cuáles son las fortalezas de esas empresas, es decir, qué cosas hacen bien.

Una vez las tengas, tienes que ser crítico: ¿hay opiniones negativas sobre esas empresas? ¿De qué tipo? ¿Qué dicen? Eso serían las debilidades de la empresa. Y para ti se pueden convertir en oportunidades para sobresalir.

En cuanto a las amenazas y las oportunidades, en la mayoría de los casos van a ser iguales, porque aquí no dispones de información interna.

Por qué hacer un análisis de la competencia

Ahora que conoces un poco mejor qué es un análisis de la competencia, es hora de explicarte la importancia que tiene este. Y es que hay algunas ventajas que, otro tipo de análisis o investigaciones no te daría:

Puedes tener una idea para crear una estrategia o mejorar la que estás siguiendo en ese momento. Por ejemplo, si te has dado cuenta que tu competencia comete un error y tú puedes subsanarlo, hacerlo modificando tu estrategia puede hacerte ver como una mejor opción para los clientes.
Te ayuda a saber en qué superar a tus competidores. Relacionado con lo anterior, al saber en qué fallan, tú puedes convertir eso en tu fortaleza y en oportunidades para sobresalir.
Te ayuda a saber quiénes son tus competidores directos y a conocer al público objetivo. Un tema muy importante y que no muchos prestan atención. Pero conociendo a quién tienes que dirigirte los mensajes serán mucho más efectivos.
Ayuda a saber si son competidores con un buen nivel de compromiso por parte de los clientes o no. Porque, si no es así, sabes que si haces mejor las cosas pueden serte fieles a ti.

Cómo hacer un análisis de la competencia

¿Te has convencido de que un análisis de la competencia es algo bueno? ¿Pero no sabes cómo hacerlo? No hay problema, aquí te comentamos los pasos que tendrías que dar.

Determinar a tus competidores

Para llevar a cabo un análisis de los competidores necesitas, cómo no, competidores. Ahora bien, te recomendamos que los dividas en dos grandes grupos:

Los directos, que son los que venden lo mismo que tú.
Los indirectos, que son los que venden algo similar, pero no lo mismo.

Por ejemplo, si tu tienda es de champús ecológicos, un competidores indirecto sería una tienda de champús ecológicos pero en forma de pastilla, porque tú los vendes en líquido. Y uno directo pues los que vendan un mismo producto que tú.

Para encontrar a los competidores tienes Internet, las redes sociales o incluso herramientas como Ahrefs o Semrush que analizarán los sitios y te darán datos sobre tu competencia.

Una vez tengas la lista (puedes tomar 10 como máximo, para que no se te haga demasiado pesado) es hora del siguiente paso.

Fortalezas, debilidades…

Haz un cuadro para toda la competencia y establece de ellos toda la información que conozcas. Es decir.

Público objetivo. Las personas a las que se dirige. Lo más detallado posible: si son hombres o mujeres, solteros o casados, con hijos o sin ellos, edad, nivel, trabajo…
Cómo es la marca o empresa. Es decir, qué tipo de mensaje proporciona, si es seria, si es informativa, burlona, crítica…
Qué vende. El producto en sí, para saber si es igual que lo que tú vendes o similar.
Fortalezas. Aquello que se le da bien.
Debilidades. Las críticas que recibe.
Estrategias de marketing que sigue. Estrategia de publicidad, de contenido, de redes sociales…
Oportunidades. En donde se pueda mejorar.
Amenazas. Lo que puede poner en riesgo a la empresa.

Esto es lo más complicado y complejo, porque vas a tener que profundizar mucho en los negocios y pensar como si fueras tu competencia. Pero merecerá la pena ponerte en la piel de ellos y buscar toda la información porque será muy valiosa para tu estrategia.

En el caso de las oportunidades y amenazas, como te decíamos antes es normal que te salga igual en todas o casi todas, porque son partes más internas que no será fácil de investigar, pero aun así no la dejes de revisar.

Establece conclusiones para tu estrategia

Una vez lo hayas analizado todo, el último paso será hacer una conclusión de todo lo que has visto y cómo puedes aplicar esa información que has obtenido a tu propia estrategia para diferenciarte de tu competencia.

Aunque a priori no lo veas, en realidad esta información te da mucho valor para tu propia estrategia porque con ella vas a conseguir establecer una estrategia que se base en lo que busca el cliente y en cómo mejorar la atención a este para que te elija a ti frente a los competidores.

¿Te queda ahora claro el análisis de la competencia?