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¿Por qué septiembre tiende a ser malo para las acciones?

Si el S&P 500 tiene un mes favorito, septiembre desde luego no será. Históricamente el índice siempre ha tenido problemas en esta época del año. Es lo que se conoce en el mercado como el «efecto septiembre». Y, a juzgar por un par de indicadores técnicos, es probable que los efectos de este año sean duros. Así que en la lección de hoy para vuestra formación en inversión, vamos a ver lo que puede significar para los mercados y cómo podemos prepararnos para un mes difícil…

¿Qué es el efecto septiembre?​

Si nos fijamos en la rentabilidad promedio mensual del S&P 500 desde el año 1928, vemos cómo septiembre se produce la mayor caída en promedio, cercana al 1%. Tan solo hay dos meses más en los que el promedio era negativo, en febrero y mayo. Aunque sus caídas en comparación con las de septiembre son mínimas, apenas rozando el 0,10%. El resto de los meses, en promedio, registraron beneficios.

Variación porcentual mensual promedio del S&P 500 desde enero de 1928 hasta julio de 2022. Fuente: Bloomberg. 

El efecto septiembre también se ha presentado en los principales mercados bursátiles del mundo y en los otros grandes índices estadounidenses. Nasdaq ha experimentado un descenso promedio del 0,6% en el mes desde que comenzó a cotizar en 1971. Y el  Promedio Industrial Dow Jones experimentó un descenso medio del 0,7% en el mes de septiembre entre 1950 y 2020.

 

Es curioso que tal debilidad se repita año tras año. Podríamos esperar que los inversores anticipen la caída que se avecina y se posicionarán para aprovecharla, por ejemplo, vendiendo en agosto antes de la debilidad esperada en septiembre. Sin embargo, incluso en los últimos 25 años, el S&P 500 ha continuado su racha de septiembre, con una caída media del 0,7%. En 2021, de hecho, las pérdidas de septiembre fueron especialmente fuertes, perdiendo un 4,7%, tras siete meses consecutivos de beneficios.

¿Qué impulsa estas ventas?

Si la debilidad histórica del mercado en septiembre es clara, sus causas no lo son tanto. Algunos dicen que estas pérdidas se producen cuando los directivos de los grandes fondos de inversión vuelven de las vacaciones de verano y se deshacen de los activos que no les gustan. La lógica nos dice que estos movimientos provocan una nueva presión de venta, lo que hace que los mercados bajen. Algunos dicen que el deseo de vender se acumula durante el verano, cuando el volumen del mercado es escaso. Y también hay otro factor. Cuando la gente vuelve de las vacaciones de verano con facturas de tarjetas de crédito para pagar, muchos buscan vender algunas acciones para pagarlas.

¿Qué puede ocurrir en septiembre?​

Lo que más va a influir en las acciones este mes de septiembre será la Reserva Federal y su próxima decisión sobre los tipos de interés, ya que tratan de controlar la inflación del país sin llevarse por delante toda la economía. Una subida mayor de lo esperado probablemente haría bajar las acciones. Una subida menor probablemente haría que las acciones subieran. Vamos a dar un vistazo a la media móvil de 200 períodos (línea amarilla). Es un indicador útil para nuestra formación en inversión porque nos ayuda a identificar las tendencias a largo plazo y los posibles cambios de dirección.

Gráfico del S&P 500 a cinco años con la media móvil simple de 200 días. Fuente: Tradingview.

La media móvil nos sirve también de soporte o de resistencia para un activo, en este caso, el S&P 500. En el gráfico podemos ver que el S&P 500 (velas blancas y rojas) ha subido hasta la línea amarilla de la media móvil, pero no ha conseguido por ahora superarla. Dicho de otro modo, la media móvil de 200 días parece estar actuando como un nivel de resistencia para el S&P 500. Las líneas de tendencia son otra herramienta técnica muy útil para vuestra formación en inversión. Nos sirve para analizar los precios en horizontes temporales de corto y largo plazo. Podemos considerar una línea de tendencia aquella que conecta al menos dos puntos de un gráfico y suele ampliarse para ver dónde podemos encontrar una resistencia y un soporte en el futuro. La línea de tendencia (en rojo) parte del máximo de enero de 2022, conecta con el máximo decreciente de marzo de 2022 y vuelve a tocarla hasta los 4.337 puntos el 16 de agosto. Consiguió acercarse, pero no logró superar este nivel de resistencia.

Gráfico del S&P 500 a un año con la línea de tendencia bajista desde los máximos de enero de 2022. Fuente: Tradingview.

Ahora que hemos visto dos herramientas útiles para nuestra formación en inversión, hemos visto como la media móvil de 200 periodos está actuando como una resistencia a batir, al igual que se ha rechazado la línea de tendencia bajista desde el máximo de 2022. En otras palabras, con mucha probabilidad el efecto septiembre seguirá vivo este año.

¿Cómo podemos aprovechar esta oportunidad?​

Septiembre es sólo un mes del año, y si nuestro enfoque está centrado en invertir a largo plazo, los movimientos mensuales del mercado no deberían preocuparnos. Eso sí, si os preocupa la posibilidad de que el mercado siga sufriendo pérdidas durante las próximas ocho semanas, tenemos la posibilidad de aprovechar estos movimientos a corto plazo. Por ejemplo, podríamos ponernos en corto en el ETF SPDR S&P 500 (SPY) o en el ETF Invesco QQQ (QQQ).

 

Si el S&P 500 consigue perforar la media móvil de 200 días y la directriz bajista que hemos trazado anteriormente, eso podría indicarnos que el mercado podría estar listo para iniciar una tendencia alcista. Recordad repasar los consejos que os hemos dado para vuestra formación en inversión. Podéis utilizar estos indicadores como guía para establecer niveles de entrada y salida.