La situación económica en España es ya muy complicada y los autónomos lo están pasando verdaderamente mal. Entre las diferentes opciones que se les presentan existe la opción de que puedan servir conservando su trabajo por cuenta ajena, al mismo tiempo que desempeñan su actividad como autónomo.
Pero… ¿hasta qué punto es posible ser autónomo y asalariado por cuenta ajena? ¿Qué dice la Seguridad Social al respecto? Vamos a estudiar este tema a lo largo del artículo.
Todo lo que debes saber sobre la pluriactividad del autónomo
Lo primero que debe quedarnos claro es que la pluriactividad no es un recurso propio del autónomo, aunque en este artículo lo vamos a enfocar de esa manera.
La pluriactividad es una situación en la que una persona es autónomo y asalariado al mismo tiempo. Esto quiere decir que trabajará en su negocio y para el negocio de otra empresa en el mismo periodo de tiempo.
Con independencia de la actividad que se haya dado antes, si estas dos actividades coinciden en el tiempo, de cara a la Seguridad Social se considerará pluriactividad y, de hecho, así es como consta en la vida laboral.
Aquí hay que hacer mención a una distinción importante: pluriactividad no es lo mismo que pluriempleo. Este último concepto estaría relacionado con la opción de que una persona gestionase 2 empleos al mismo tiempo.
¿Qué se necesita para ser asalariado y autónomo?
Lo cierto es que no se tendrá que hacer ningún proceso especial, ya que todo es automático. Si ya se está trabajando como asalariado y se llevan a cabo los procedimientos para ser autónomo, aparecerá directamente la modalidad de pluralidad en la vida laboral.
Existen algunas ayudas que pueden ser muy interesantes, pero estas tan solo se aplicarán en el caso de una persona física que ya sea trabajadora por cuenta ajena y esta decida darse de alta como autónoma, no al revés.
En definitiva, el proceso para darse de alta es el habitual: habrá que cursar el alta en la Agencia Tributaria y en la Seguridad Social.
¿Por qué es interesante la pluriactividad?
La principal razón para optar por esta modalidad es la seguridad económica que reporta la fórmula. En el caso de que fallen los ingresos del autónomo, o que se pierda el trabajo como asalariado, por lo menos habrá una segunda opción para no quedarnos sin ingresos.
El hecho de ser tu propio jefe también te da una cierta libertad, además de muchas perspectivas de crecimiento.
Además, existen ciertas bonificaciones que nos permiten reducir la cuota de autónomos una cierta cantidad durante algún tiempo. Estas dependen de si el trabajo es a media jornada o no, entre otros supuestos.
También hay que tener en cuenta que las bonificaciones no son compatibles con otras ayudas, como puede ser el caso de la tarifa plana para autónomos. Habrá que revisar que es lo que más compensa en cada ocasión.
Ahora ya sabes porque la pluriactividad puede ser un recurso tan interesante.
