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¿Para qué contratar a un coach empresarial?

Cuando tienes una empresa con varios trabajadores, en algún momento puedes plantearte los servicios de un coach. Pero, ¿para qué contratar a un coach empresarial? ¿Sería para los trabajadores para ti como dueño de la empresa? ¿Qué funciones tiene?

Si has oído hablar de este tipo de «acompañamiento» para las empresas, pero no te queda claro su concepto, para lo que sirve o incluso los motivos para invertir en uno para tu negocio, aquí encontrarás información que puede ayudarte a tomar la decisión.

Qué es un coach empresarial

Antes de darte motivos por los que contratar a un coach profesional es necesario que conozcas un poco más sobre este tipo de trabajo y de profesional. Un coach empresarial es un experto en acompañar a los trabajadores o incluso a líderes de la empresa (jefes, directivos, CEOs…) en su trabajo para, en cierto modo, ponerlos al límite. Su objetivo no es desesperarlos, sino descubrir cómo pueden implicarse más en la empresa o en su trabajo, cómo ser más productivos y obtener una mayor motivación, beneficios y evolución hacia ascensos o mejoras laborales.

Dicho de otra manera, esta persona sería capaz de sacar a sus clientes (trabajadores o líderes) de su zona de confort para cambiar su estilo de vida y asumir retos más ambiciosos que pueden impulsar el crecimiento de la empresa en general.

Entre las características que tiene un coach empresarial están el autoconocimiento, la responsabilidad y el liderazgo. Y es que, mientras hace su trabajo, necesita esas características para enfocarlas en los trabajadores y líderes con el objetivo de hacerles conseguir sus metas.

Cómo trabaja un coach empresarial

A la hora de llevar un trabajo, el coach o acompañante analiza la situación de la empresa, de sus trabajadores y de sus líderes. A continuación, se lleva a cabo la definición clara de cuáles son los objetivos que se quieren alcanzar. Estos debe ser realistas, pero también ambiciosos, que vayan más allá de esa zona de confort que se tiene porque lo que se pretende es superarse a sí mismo.

Ahora, una vez establecidos cuáles son los objetivos, también hace falta saber cuáles son esas restricciones, bloqueos o dificultades que impiden a los trabajadores, o a los líderes, avanzar y conseguirlos por sí mismos. Al principio esto es lo que cuesta más porque muchos lo ven como debilidades y siempre se tienden a ocultar, pero lo cierto es que no debería ser así.

Conocidos ambos puntos, también es importante descubre cuáles son las fortalezas de cada persona. Porque ser mejor en ese sentido permitirá superar la zona de confort y conseguir el cambio que se anhela (y que será clave para obtener los beneficios marcados).

Para qué contratar a un coach empresarial

No queremos extendernos demasiado, aunque es un tema que puede ser muy interesante y que no muchos lo utilizan. Pero una de las dudas que se te plantea cuando conoces a este profesional es para qué contratar a un coach empresarial. Y lo cierto es que hay muchas razones:

Porque te ayuda a tomar mejores decisiones

Tanto para los trabajadores como para jefes o líderes, el coach empresarial te permite ponerte frente a frente las emociones, la presión, los aspectos internos y externos de la empresa, tus deseos, tus miedos…

Digamos que te expone al 100% para conocerte a fondo y ser la base para ese proceso de cambio, logrando así tomar mejores decisiones porque eres más consciente de todo.

Te permite lidiar con la incertidumbre

¿Cuántas veces te has quedado en blanco ante algo que ha descolocado todos tus planes? ¿Cuántas te ha dado miedo tomar una decisión o actuar de una forma? Uno de los trabajos del coach empresarial es ayudarte a gestionar ese miedo e incertidumbre para que, ante cualquier cambio, previsto o imprevisto, sepas recomponerte y actuar con determinación y entereza. Está relacionado con la primera razón porque sabrás cuáles son tus fortalezas y las pondrás en marcha para responder a situaciones de adversidad.

Te elimina la procrastinación

Como coach empresarial, lo normal es que su trabajo esté relacionado con los trabajadores y tenga como objetivo aumentar el rendimiento del personal. Uno de los problemas es la procrastinación, es decir, el dejar para más tarde esas tareas que deberías hacer en ese momento.

Y como apoyo, te enseñará técnicas para ser exigente y perfeccionista, para organizarte, gestionar y sobre todo terminar las acciones que empiezas, o aquellas que te encargan.

Aumentará la motivación y el compromiso

Un coach no será nunca la persona que te diga qué hacer. Sino la que te cuestione si lo que haces es realmente lo que debes, si no hay otra forma o si tú no puedes hacer las cosas de otra manera.

Cuando una persona se siente capaz de «comerse el mundo», su motivación se eleva y también el compromiso, con uno mismo, y con la empresa.

Además, cuanto más productivo, mejor trabajador es. Y se ve recompensado en la empresa.

Mejora la productividad

Cuando cada trabajador sabe lo valioso que es, lo que se le da bien y se impulsa un rendimiento individual y de equipo, la productividad o rendimiento de los empleados mejora gradualmente mientras se mantenga esa motivación.

El coach no va a estar siempre ahí para acompañar, pero sí las enseñanzas y las capacidades de cada persona para dar lo mejor de sí mismo. Además, no solo se aprende en lo laboral, sino que muchas de estas estrategias pueden trasladarse al ámbito personal y familiar.

Soluciona situaciones que impiden que tu negocio despegue

Más allá del «para qué» está el «cuándo». Un coach empresarial no te sirve de nada si todo en la empresa va bien y sientes que tu negocio crece, sabes tomar buenas decisiones…

Su trabajo y el momento en que se necesita es cuando un negocio no parece despegar del todo, no tienes foco en las cosas que verdaderamente son importantes, no llegas a hacer las tareas importantes (o las haces mal y a destiempo) o las acciones que tocan, hay falta de claridad en la toma de decisiones y sientes que no estás rindiendo al 100%, como si te faltara sacar todo el potencial que tienes dentro.

En lugar de preguntarte para qué contratar un coach empresarial, deberías hacerte otra pregunta: ¿a qué esperas para conseguir ese crecimiento que anhelas y que parece que nunca llega?