Si quieres pedir, o ya estás metido, en un préstamo, la jerga relacionada con este es algo que debes comprender. Sin embargo, a menudo, la diferencia entre prestatario y prestamista no queda bien clara, y son dos términos que se refieren a figuras diferentes.
¿Quieres saber qué es un prestatario? ¿Y un prestamista? Si hasta ahora pensabas que era lo mismo vamos a mostrarte que no es así, y vas a ver cuáles son las diferencias entre ellos para que tengas en cuenta todo antes de elegir el que más te convenga.
Qué significa ser prestamista
Antes de darte las diferencias conviene que entiendas bien a qué se refiere cada uno de los términos que entran en juego. En este caso, el prestamista es esa persona que tiene dinero y puede prestarlo a la otra persona.
Dicho de otro modo, es la que va a conceder el préstamo y lo financia de su dinero. Sin embargo, no es algo que se pierda, sino que la otra persona tiene que devolvérselo, haciendo así que el préstamo del dinero sea algo temporal.
Con esta definición es posible que te haya venido a la mente un banco. O varios, porque son habitualmente las figuras que se encargan de conceder los préstamos y de hacer su función de prestamista. Sin embargo, hay muchos otros tipos de prestamistas. Los más habituales son los siguientes:
Entidades bancarias.
Entidades de financiación alternativa. Estos son menos conocidos, pero existen.
Particulares. Porque también pueden actuar como prestamistas.
Entidades públicas de crédito. Uno de los más conocidos es el ICO.
Aparte de prestar ese dinero, el prestamista obtiene un beneficio de ello. Y es que, además de devolverle el dinero que ha dejado, lo normal es que también se le dé un interés que compense el haber perdido temporalmente el dinero. Sin embargo, no siempre tiene que ser así. A veces, sobre todo en el caso de particulares, puede no existir este tipo de interés.
Qué significa ser prestatario
Tras conocer a fondo la figura del prestamista, ¿te haces una idea ahora de quién sería el prestatario?
El prestatario sería la persona que recibe ese dinero que presta el prestamista. Dicho de otro modo, es quien solicita ese dinero a otra persona y lo recibe.
Pero, por ello mismo, adquiere una serie de obligaciones. Una de ella, y la más importante, es el hecho de que tendrá que devolver ese dinero que ha solicitado además de, en muchos casos, unos intereses que son la compensación que recibe el prestamista por dejarle el dinero. Por supuesto, ha de hacerlo en un plazo pactado y sin retrasarse en ningún caso.
Para ello, debe firmar con el prestamista un contrato en el que se establezcan todas las condiciones que van a regir el acuerdo al que llegan, es decir: cuánto dinero se va a prestar, cuáles serán los intereses, el plazo de devolución de ese dinero, cómo se va a devolver…
Al igual que ocurre con el prestamista, el prestatario también puede ser una persona particular o bien una jurídica (entiendo por tal una empresa o una sociedad). Es decir, que cualquier puede solicitar un dinero, pero solo si cumple con los requisitos exigidos por el prestamista podrá recibirlo.
Por ejemplo, imagina que hay una persona que quiere pedir 6000 euros a un banco. Sin embargo, esa persona no tiene trabajo, ni nada a su nombre. El banco denegará la solicitud para darle el dinero porque no tiene garantías de que esa persona pueda devolverle el dinero. Dicho de otro modo, al no tener nada a su nombre que pueda avalar el prestarle el dinero, el banco no se fía de que, si se lo presta, se lo pueda devolver ya que el riesgo es bastante alto.
Qué diferencia entre prestatario y prestamista hay
Ahora que conoces las dos figuras que entran en juego dentro de los préstamos es posible que te haya quedado más clara la diferencia entre prestatario y prestamista. Pero, a modo de resumen y recopilación, te dejamos aquí todas las diferencias que te puedes encontrar:
Dinero: En este caso el prestamista es la persona que tiene el dinero y lo cede a la otra persona, el prestatario. Por su parte, el prestatario es la figura que necesita ese dinero.
Obligaciones: Si bien ambos tienen obligaciones en la relación que establecen, estas son diferentes entre ellos. En el caso del prestamista, la obligación que tiene es la de prestar el dinero que han estipulado en un contrato. Además, tiene que cumplir con todo lo pactado en ese contrato, no pudiendo cambiar las condiciones a su libre albedrío (por eso es importante que haya un documento de acuerdo entre las partes).Por su parte, el prestatario está obligado a devolver el dinero que se le ha prestado (con o sin intereses) según se haya marcado en el contrato. Es decir, que puede devolverse mes a mes o bien en fechas concretas hasta que salde su deuda con esa persona o entidad. Por supuesto, también podría adelantarse a los plazos. Además, puede retractarse de ese contrato firmado (siempre y cuando no hayan pasado 14 días después de firmarlo).
Te ponemos un ejemplo para que te quede todo más claro y entiendas la diferencia: Imagina que, por algún motivo, tienes que pedir un favor a un familiar para que te preste dinero. Hablas con esa persona y llegáis a un acuerdo por 10.000 euros. Para ello, firmáis un documento en el que establecéis quién deja el dinero a quién. Es decir, quién es el prestamista (la persona que tiene esos 10.000 euros) y quién el prestatario (la persona que necesita 10.000 euros).
Una vez hecho:
La persona que tiene 10.000 euros, el prestamista, asume un riesgo al prestarte el dinero sin saber a ciencia cierta si lo va a recuperar. Además, sabe que, cada x tiempo, va a recuperar ese dinero (con o sin intereses).
La persona que necesita 10.000 euros, el prestatario, obtiene con ello una deuda para la otra persona. Y para saldarla debe devolver el dinero cada x tiempo hasta que finalice y todo lo que se le ha prestado vuelva a la persona que lo hizo.
Como ves, ambas figuras son muy diferentes entre sí y la diferencia entre prestamista y prestatario radica básicamente en el concepto de cada uno de los términos que entran en juego cuando hay un préstamo de dinero. ¿Te queda ahora todo más claro?
