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¿Cómo crear una marca blanca de mi negocio?

Si tienes una tienda física u online en la que vendes marcas de otras empresas, quizá se te haya pasado por la cabeza crear la tuya propia. Pero, ¿cómo crear una marca blanca de mi negocio?

Lo cierto es que es más fácil de lo que piensas. Si tienes para invertir y conoces a fondo tu negocio, podrías estar consiguiendo un beneficio extra que te permita ir centrándote en tu marca y no tanto en la de los demás. ¿Te contamos cómo?

Los pasos para crear una marca blanca de tu negocio

Tal y como te hemos dicho al principio, crear una marca blanca de tu negocio no es difícil. Pero sí necesita de una inversión en dinero y en tiempo. Y eso no siempre va de la mano. Pero si te lo estás planteando y buscando información acerca de cómo habría que hacerlo, a continuación te hablamos de los pasos que deberías dar para conseguirlo.

Identificar el tipo de producto que quieres vender

El primer paso para crear un producto de marca blanca para tu negocio es saber qué tipo de producto vas a crear. Por ejemplo, si tienes una tienda de ropa, podría ser bueno crear unos pantalones, o una camiseta que sea de tu marca blanca propia y que destaque por el material, precio, etc.

Dicho de otra manera, debes valorar cuál es el mejor producto para crear tu marca blanca sobre él. ¿Y cómo lo haces? Observando las tendencias, viendo lo que más compran en tu tienda o simplemente llevando a cabo una investigación de mercado para conocer los posibles productos que podrías considerar.

Comparar los distintos fabricantes

Ahora que has elegido el tipo de producto sobre el que vas a construir una marca blanca, necesitarás informarte de los distintos fabricantes que podrían hacerse cargo de la producción de este producto. Muchas marcas tienen contratos de este tipo con otras marcas blancas para realizar esos productos. Y cada una de ellas establece una serie de requisitos o de obligaciones que pueden ser buenas o no en tu caso.

Nuestra recomendación es que te pongas en contacto con varios fabricantes, que consultes si están dispuestos a la fabricación de marcas blancas y bajo qué condiciones. Y con todo eso podrás comparar cuál de todos es el que más se adapta a lo que tú buscas.

Establecer una relación laboral con ellos

Una vez has comparado los fabricantes que pueden llevar a cabo la fabricación de tu producto, seguro que alguno destaca sobre los demás. Será con ese con quien tengas que firmar un contrato en el que se establecerán cuáles son los términos de producción y se pondrán a trabajar para cumplir con los plazos que se hayan dado.

Esto normalmente se lleva en privado, pero también puede hacerse de forma legal para evitar problemas presentes o futuros. Sobre todo si el producto acaba teniendo éxito.

Desarrollar tu marca

El desarrollo de la marca engloba varios aspectos importantes, pero hay algunos a tener muy en cuenta. Por ejemplo:

El logo de tu marca blanca. Es decir, cómo van a reconocer los consumidores tu producto. Por ejemplo, Hacendado, la marca blanca de Mercadona, tiene un logotipo que lleva en todos los productos. Lacoste, una marca propia, tiene su propio logo también. Y tú con tu marca blanca necesitarás eso, el nombre y el logo.
El tipo de envasado para el producto. Y antes de que pienses que hay productos que no necesitan eso, deberías pensarlo mejor, porque es una forma de distinguirse de tu competencia si no lo hace. Te daremos un ejemplo. Imagina que has creado unas camisetas especiales de marca propia. Pero, además, esas camisetas vas a venderlas en una caja transparente con lunares de los colores de la camiseta. Y con un lazo para poner transportarla.

Todo esto es importante e influirá en la producción de los productos, ya que sin ello pueden crearlos, pero no estarás dejando claro que es una marca blanca, el nombre de esta, etc.

Producir los productos

La producción de los productos puede ir a la par que desarrollas la marca. En realidad no es que sea un paso más, sino que ambos se llevan a cabo a la vez.

En este caso, tú en principio no tendrías que hacer nada ya que dependerás de los fabricantes para saber cuándo podrás tener el producto en marcha para comercializarlo.

Comercializarlos

El último de los pasos para crear una marca blanca de tu negocio es comercializarlo. Es decir, ponerlo a la venta y llevar a cabo una estrategia para que la gente lo compre, lo pruebe y sea fiel a esa marca frente a otras.

Entre las estrategias que puedes seguir estarían:

Poner el producto de marca blanca a un precio ajustado. Más barato que el de marca pero tampoco tanto como para que tú acabes con deudas. Ten en cuenta que tu mínimo es el precio que te ha costado crear el producto.
Dar pruebas gratuitas. De esta manera permites a los clientes probar el producto y, si les gusta, al final acabarán comprando si el precio es más económico que los de marca.
Promocionarlo en redes sociales, navegadores, offline… Si quieres que la marca blanca sea conocida es necesario que la gente la vea y opine sobre ella. Y eso implica utilizar estrategias de promoción, redes sociales, etc. para conseguirlo.

Beneficios de crear una marca blanca de tu negocio

Crear una marca blanca no es algo caprichoso ni se hace por querer tener un producto que represente el negocio. En realidad, el objetivo que se busca con él es obtener mayor beneficio del que se consigue con los otros productos de marca.

Además, al invertir en tu propia marca estarás consiguiendo llamar la atención, sobre todo si este tiene éxito, porque pronto te pueden pedir más productos propios y al final conseguirás especializarte y crear un negocio donde no dependas de otras marcas, sino que la tuya propia genere ese éxito.

Eso sí, a pesar de los beneficios que hay al crear la marca blanca, no debes olvidarte de que también hay riesgos: que no tenga éxito, la pérdida de la inversión, dependencia de los fabricantes… Todo eso también debes sopesarlo.

Ahora que sabes cómo crear una marca blanca de tu negocio, ¿te animarías a iniciarte en ese camino?