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Cuatro reglas de oro para ser un buen inversor

Warren Buffett es comúnmente conocido como el mayor inversor de todos los tiempos y un punto de referencia para los inversores de todo el mundo. Pero incluso el Oráculo de Omaha tuvo que aprender el oficio de alguien, y ese alguien fue Benjamin Graham, el padre de la inversión en valor. Si bien podemos escoger cualquiera de las citas de Graham y aprender algo de él, hemos hecho un recopilatorio de las perlas de sabiduría que creemos que son particularmente relevantes para los mercados de hoy…

El inversor inteligente es una persona que vende a los optimistas y compra a los pesimistas

Benjamin Graham reconoció que los mercado de valores puede ser inestables a corto plazo, con estados de ánimo que van entre el pesimismo extremo y el optimismo extremo. Pero dado que los precios de las acciones tienden a reflejar el valor fundamental de una empresa a lo largo del tiempo, se dió cuenta que lo mejor era comprar cuando los inversores se sienten bajistas y vender cuando se encuentran alcistas. Si lo analizamos, comprar cuando el mercado es pesimista aumenta la rentabilidad a largo plazo y reduce el riesgo. Esto se debe a que podemos comprar en un mercado en descuento cuando su precio de mercado ya tiene una perspectiva negativa, lo que significa que nos podemos beneficiar tanto de un mayor margen de seguridad como de una mejora en el sentimiento en el sentimiento de mercado. Puede parecer contradictorio, pero el riesgo es realmente menor cuando los precios están cayendo y los mercados están en caos. En cuanto a cómo aplicar esto a la actualidad, los inversores en este momento se muestran optimistas sobre las acciones estadounidenses y pesimistas sobre las chinas. Por lo cual, podemos vender acciones estadounidenses o comprar algunas acciones chinas. Podríamos decir que los bonos estadounidenses también están hundidos ahora mismo, lo cual se nos presenta como una oportunidad si nuestro horizonte de inversión es a largo plazo.

Comparación rentabilidad Bonos de corto vs largo plazo de EE. UU.. Fuente: Ycharts

Es probable que el principal problema del inversor, e incluso su peor enemigo, sea él mismo​​

Al final, cómo se comportan nuestras inversiones es mucho menos importante que cómo nos comportamos nosotros. La mayor amenaza para nuestra cartera, argumentó Graham, no es la inflación o un entorno macroeconómico en deterioro. Son tus emociones las que pueden empujarte a tomar las peores decisiones, a menudo en los peores momentos posibles. De hecho, estudio tras estudio ha demostrado que nuestros sesgos de inversión nublan nuestro juicio. ¿Alguna vez habéis sentido la presión de operar después de escuchar a alguien alardear de cuánto dinero acaban de hacer? Eso es FOMO. ¿Te pica el gusanillo por comprar las últimas existencias de unos viajes espaciales? Eso es el sesgo del encuadre. ¿Duplicas tu exposición en una acción que ha caído, con la esperanza de recuperar las pérdidas anteriores? Esa es la aversión a la pérdida y la teoría de la perspectiva. Los inversores de éxito como Graham o Buffet lo recalcan mucho, argumentando que comprender nuestra propia psicología es aún más importante para invertir que elegir qué comprar y qué vender. También creen que superar las emociones es una lección que se aplica tanto a los inversores activos como a los pasivos. Cualquiera que haya visto caer su portfolio un 50 % sabe lo difícil que es simplemente aguantar y resistir los impulsos. Así que debemos comenzar por familiarizarnos con los principales sesgos de comportamiento e identificar los cinco que tienen más probabilidades de desviarnos. Después, haced backtesting de vuestras inversiones para ver en cuáles podíamos haber generado mejores resultados, fijándonos en los patrones. Descubrid como podéis controlar esos sesgos, como por ejemplo, redactando una lista de verificación de acciones de comportamiento a la hora de invertir.

Explicación gráfica de la aversión al riesgo. Fuente: Think Big Empresas.

No importa lo cuidadoso que seas, el único riesgo que ningún inversor puede eliminar es el riesgo de equivocarse

Si queréis ganar dinero, tenéis que arriesgaros. Y si os arriesgáis, a veces, os equivocaréis. Incluso los inversores con los mejores registros se equivocan la mitad de las veces. Entonces, ¿Qué los hace tan exitosos? En concreto son dos puntos:

Entienden la importancia de la aleatoriedad en los mercados y aceptan que no todo está bajo su control. De esta manera, se enfocan en lo que pueden controlar: desarrollar una ventaja que los pondrá lentamente por delante a largo plazo, mientras administran cuidadosamente el riesgo para cuando suceda algo inesperado.
Ganan más dinero cuando aciertan de lo que pierden cuando se equivocan. Si tenemos razón el 50% de las veces pero ganamos el doble cuando acertamos, podemos terminar con grandes beneficios. Pero si nuestra pérdida promedio es mayor que nuestra ganancia promedio, probablemente terminaremos muy mal parados.

Así que concentraros en el proceso, en lugar de los resultados. El tamaño de la posición, la construcción de la cartera y la gestión de riesgos son tan importantes como pensar en buenas ideas de inversión. Y sobre todo, aseguraros de respetar este proceso: documentad vuestras decisiones de inversión para poder consultarlas más adelante. Si aprendéis de cada error que cometéis, os convertiréis en inversores de éxito, la formación continua es vital para batir al mercado.

Invertir en el largo plazo es más seguro que andar especulando en el corto plazo

Uno de los grandes sesgos contra los que nos tenemos que enfrentar a diario también es la codicia. Cuando entramos en el mundo de las inversiones y el trading, siempre solemos buscar inversiones que nos puedan hacer ricos con un explosivo movimiento al alza y listo. Pero las cosas no funcionan de esta manera, y a su vez con la gran cantidad de opciones que tenemos para invertir en el corto plazo en base a productos derivados tampoco ayudan en la tarea de ser buenos inversores. Cuando solemos tirar hacia invertir en el corto plazo nos nublamos, no vemos el valor real de las acciones que estamos tomando dado que requieren de una velocidad de procesamiento mayor a la que estamos acostumbrados. A su vez, las ganancias que podemos generar en el corto plazo no son para nada comparables con lo que podemos generar en el largo, sin tener que perder los nervios ni entrar en estados de ansiedad/decepción. Es cierto que especulando en el corto plazo también podemos generar dinero, pero esta comprobado que el inversor de largo plazo suele generar más rentabilidad que los especuladores de corto plazo, dado que nos permite ver el horizonte temporal de los movimientos del activo y poder decidir con mejor criterio.

Comparativa entre un gráfico de 6 meses y uno histórico. Fuente: ElDiarioDeBolsa